Al observar un espacio que habitamos diariamente: el salón de clases, nos damos cuenta de las muchas intervenciones que podríamos hacer para satisfacer ciertas necesidades y darle identidad.
De allí nace la propuesta de un HORIZONTE MUTABLE, siendo nuestra principal visual al entrar al espacio un gran ventanal, que nos proporciona luz natural, necesaria para nuestro quehacer diario, pero que a la vez es limitante en actividades especificas.
Entonces por qué no jugar con ese HORIZONTE, creando un elemento de recubrimiento MUTABLE, capaz de transformarlo y manipularlo, dándonos la capacidad de controlar LA LUZ a nuestro antojo, y a la vez jugar con los colores y profundidades para darle importancia a esa naturaleza negada que se encuentra detrás de todo esto.
Andreina campos
Gladys barrios
Gabriela maldonado
Karen sarcos
Andreina campos
Gladys barrios
Gabriela maldonado
Karen sarcos
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