El arquitecto y maestro Tadao Ando de 69 años de edad, se ha dado a conocer en el mundo por sus obras puras en material y por la utilización de los elementos que brinda la naturaleza. Mediante esta combinación ha logrado espacios para la meditación, idea que trae de su cultura japonesa y de todas esas imágenes que lleva en su mente de los diversos viajes que hizo por todo el planeta luego de abandonar el boxeo como deporte y dedicarse plenamente a lo que de verdad llena su espíritu.
Creando obras muy sencillas hasta grandes edificaciones con su primera empresa "Tadao Ando Architect & Associates“, comienza a ser reconocido su trabajo y a ganar grandes premios como: Premio de la Asociación Japonesa de Arquitectura por su Casa Azuma, Medalla Alvar Aalto de manos de la Asociación de Arquitectos de Finlandia, Premio Pritzker por la Puerta de la Creación, Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects y Premio Imperiale.
La iglesia de la luz, la Capilla sobre el agua, el museo de los niños, y el museo Suntory, son algunas de sus obras donde la sencillez y la pureza muestran lo esencial de una obra arquitectónica, a lo que he calificado como: “el maestro que resalta el alma de la arquitectura”. Esas calidades espaciales logradas con materiales pesados rígidos como el concreto, el acero, la madera, y la materia prima en movimiento como el agua, la luz, el viento, hacen que estos floten… leviten.
Un ejemplo de este conjunto de imprescindibles elementos es la Casa Koshino del año 1981.Una vivienda que dentro de su geometría elemental abrazada por la naturaleza, encierra un juego de luces construidas por el tiempo. Tres volúmenes de concreto con sus marcas visibles del encofrado, conectados por un pasillo subterráneo la conforman, ubicados en el terreno de manera que no se eliminara ningún árbol y penetrara un gran flujo de viento, al igual que sus ventanas direccionada para que recibieran los más valiosos rayos de sol.
Sus influencias como Le Corbusier, Louis Kahn y Mies Van der Rohe, también su corriente minimalista, ayudan a Ando a filtrar los conocimientos y dar solución a esa lucha continua con la gravedad que enfrentada por la luz resultan la esencia que anima los espacios.
Rigidez y movilidad acompasados por la luz es el término calificativo que se da a esta espectacular obra, ya que es la luz la materia que hace que el espíritu se quede y viva en la casa. Esta es divida en 3 tipos, según su dirección y cualidad; Por el Este al amanecer de color amarillo aparece la luz difusa en los dormitorios principales y secundarios, después en pleno día se hace presente el color blanco, luz solida y de color blanco en las áreas sociales y de circulación, finalmente al ocultarse el sol, la luz roja y directa impregna las fachadas Oeste, el acceso principal y algunos espacios de permanencia.
Luz vertical sobre los planos horizontales retraídos, Luz horizontal atravesando los planos verticales por las aberturas y ventanales, Luz Diagonal una fusión de vertical y horizontal, y Lo policromático de los colores en las fachadas, hacen que el lugar sin algún tipo de ornamentación se convierta en una belleza desnuda, esa que cautiva el corazón y la mente del que en ella habita.
Pedro Marval.
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